Hoy en día, recurrir a los servicios de un peluquero se ha convertido en una especie de ritual del que no se puede prescindir, ya sea por puro placer estético y personal o por necesidad. De hecho, el crecimiento del cabello es un problema estético que no se puede ignorar: para estar siempre arreglado, con mayor o menor frecuencia, es necesario que un profesional lo acorte y le dé forma.
Contar con los cuidados de un especialista capilar es, por tanto, muy importante; más aún hoy en día para que el cabello se mantenga sano y bonito, a pesar del estrés, el smog y los agentes atmosféricos. La profesión de peluquero es uno de los oficios autónomos que puede calificarse de a prueba de crisis, ya que ha sufrido menos que otros sectores el descenso de clientela provocado por la recesión económica. Dado que estar bien arreglado y a la moda es ahora esencial para la mayoría de las personas, que, independientemente de su sexo y edad, siempre están dispuestas a gastar en cuidados personales y en sentirse atractivas, el espacio de mercado para un salón de peluquería es muy bueno.
La clientela de una peluquería es, de hecho, muy heterogénea y puede estar formada por mujeres, hombres, jóvenes, niños y ancianos. En función de la segmentación de la clientela y del público objetivo que se elija, se identificarán los servicios y productos que se ofrecerán, que pueden ser muy numerosos. Desde los más tradicionales, como el corte y el peinado, hasta los más originales, como las extensiones de cabello y pestañas. Además, una peluquería innovadora y emprendedora puede combinar los servicios tradicionales con servicios básicos de belleza, como la limpieza facial, el cuidado de las uñas y la venta de productos capilares y cosméticos, haciendo que el negocio sea más completo.
La elección de los servicios ofrecidos también se verá influida en parte por la posible competencia. Un análisis en profundidad de los competidores -es decir, de aquellos establecimientos que ofrecen los mismos servicios o similares, situados en los alrededores de donde se pretende abrir el negocio- es un elemento importante que hay que tener en cuenta antes de poner en marcha el salón. Otro factor importante que no debe subestimarse es la elección de la ubicación, es decir, el lugar donde se va a abrir el negocio. Es muy importante preferir calles bastante transitadas y con una zona de captación elevada.
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Hoy en día, recurrir a los servicios de un peluquero con productos de peluqueria se ha convertido en una especie de ritual del que no se puede prescindir, ya sea por puro placer estético y personal o por necesidad.
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