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LAS PERSONAS ALTAMENTE SENSIBLES Y SU MUNDO: Cómo caminar con la cabeza alta siendo hipersensible
El 15-20 % de la población posee un rasgo de personalidad hipersensible. Las personas altamente sensibles se denominan HSP (Highly Sensitive Person) y son personas con hipersensibilidad, un rasgo de personalidad considerado por primera vez en los años 90 por la psicoterapeuta estadounidense Elaine Aron.

Tú también puedes formar parte de los hipersensibles si...

Tienes una emocionalidad más desarrollada: tiendes a analizarlo todo primero con el corazón y sólo después con el cerebro, lo que provoca fatiga y acumulación de estrés.
De niño te sentías diferente de tus compañeros, fuera de lugar, aislado.
Tienes una gran creatividad y capacidad imaginativa.
Eres muy empático y sensible al sufrimiento de los demás.
También puedes percibir lo "no dicho" observando el comportamiento y la mirada de la otra persona.
Prefieres tener el control de las situaciones: te gusta tener tu vida organizada para limitar los imprevistos.
Cualquier cambio, aunque sea positivo, te desestabiliza.
No te gusta cometer errores y temes los reproches, que vives con gran humillación y derrota.
Quieres tiempo para tomarte las cosas con calma: hacerlo todo deprisa te angustia.
A veces necesitas aislarte y desconectar para alejarte de este mundo lleno de estímulos al que te cuesta enfrentarte.
Te gusta cuidar de las personas que te importan, mientras que te cuesta más cuidar de ti mismo.
Tu vida está hecha de mil matices: ves el mundo en todos sus colores, tienes los cinco sentidos muy activados.
¿Cuáles son los riesgos a los que puedes estar expuesto?

Grandes decepciones: una confianza extrema en los demás y una buena dosis de ingenuidad te hacen vulnerable a las decepciones.
Amor: ver lo bueno en todo lo que te rodea y una tendencia a creer en la bondad del otro, te lleva en las relaciones sentimentales a ser presa de narcisistas y manipuladores.
Incapacidad para decir que no: te hace aparecer como la persona más servicial del mundo. Si te piden un favor eres capaz de cancelar tus compromisos, pasando a un segundo plano.
Relación especial con las emociones: gastas la mayor parte de tu energía gestionando la ira (cuando los demás se pasan de la raya con exigencias, cuando no puedes más y cuando no te sientes comprendido ni escuchado), la culpa (por lo que haces y por cómo te ves), el miedo (a quedarte solo, abandonado, excluido).